DE TODO UN POCO
«A BIT OF EVERYTHING»
1. PRUEBA DEL PIE DERECHO INTELIGENTE
- Mientras estás sentado en tu escritorio, levanta el pié derecho del suelo y haz círculos en el sentido de las agujas del reloj.
- Mientras haces los círculos con el pié derecho, dibuja el número 6 en el aire con tu mano derecha.
- ¡Tu pié cambia de dirección!
2. MATEMÁTICA CEREBRAL PURA
¿Tu mente es normal o diferente?
Si quieres saber la respuesta, sigue las instrucciones al pié de la letra y responde las preguntas una por una, lo más rápido posible y sin saltarte ninguna. No escribas las respuestas. ¡Te sorprenderás con el resultado!
- 15 + 6
- 3 + 56
- 89 + 2
- 12 + 53
- 75 + 26
- 25 + 52
-
63 + 32
-
¡Sí, es difícil calcular,
pero el ejercicio lo merece! ¡Así que sigue y ánimo que falta poco!
-
¡Sí, es difícil calcular,
pero el ejercicio lo merece! ¡Así que sigue y ánimo que falta poco!
- 123 + 5
Ahora. ¡Contesta rápido!
PIENSA EN UNA HERRAMIENTA Y UN COLOR.
No mires la solución que te doy más abajo. Te hago saber que sólo el 2% de la población hispano-hablante es capaz de dar una respuesta distinta a la que da el restante 98% y que es:
Un martillo rojo.
¿Asombroso, no?
3. A VECES LA VISTA ENGAÑA
Dispones de diez segundos para contar las "F" que hay en el texto siguiente y no vale si tardas más:
FINISHED FILES ARE THE RE-
SULT OF YEARS OF SCIENTIF-
IC STUDY COMBINED WITH THE
EXPERIENCE OF YEARS
¡Eso es todo! ¡Fin de la prueba!
¿Cuántas “F” has contado?
¿Tres? ¿Quizás cuatro o cinco?
Pues lo siento, pero hay seis. ¿No te lo crees? Pues cuéntalas de nuevo.
¿Quieres saber el por qué?
Sencillamente porque el cerebro no registra la palabra "OF".
Las personas que consiguen contar las 6 "F" a la primera, poseen una mente genial. Si cuentan 4 ó 5, la tienen destacable y si cuentan 3, su mente es de lo más normal como el resto de los humanos.
Pero si cuentan menos de 3, es que necesitan unas buenas gafas.
4. PRUEBA DEL MARRANO
¿Quieres conocerte?
Pues cumple al pié de la letra las instrucciones siguientes:
Toma una hoja de papel de folio blanco y dibuja en ella un cerdo. Tómate todo el tiempo que precises.
¡No leas más abajo porque el juego pierde toda su gracia!
¡Primero dibuja el cerdo y luego lee la solución y análisis de tu dibujo!
¿Ya has terminado?
Pues ahí va la solución.
El cerdo sirve para conocer tu personalidad, y nadie, mejor que tú mismo, sabrá si es verdad.
Si has destacado los siguientes puntos:
– Si has hecho el dibujo en la parte superior de la hoja: Eres positivo y optimista.
– Si lo has hecho más bien en el centro: Eres una persona realista.
– Si lo has dibujado en la parte inferior de la hoja: Eres pesimista y tiendes a tener un comportamiento negativo.
– Si el cerdo mira a la izquierda: Crees en la tradición, eres amigable y te resulta fácil recordar las fechas de celebraciones y aniversarios.
– Si por el contrario mira a la derecha: Eres una persona innovadora y activa pero no tienes un gran sentido de familia y no le das importancia a las fechas dignas de recordar.
– Si has dibujado el cerdo de cara a ti: Tú diriges. Te gusta ser el abogado del diablo y no tienes miedo a enfrentar los debates.
– Si le has añadido muchos detalles al cerdo: Eres una persona analítica, paciente y cautelosa.
– En el caso de que no hayas puesto detalles u omitido alguno: Eres muy emocional. Pecas de ingenuidad y careces de método. Tiendes a tomar decisiones que pueden resultar arriesgadas.
– Si lo has dibujado con menos de cuatro patas: Eres indeciso o estás pasando por un período de grandes cambios en tu vida.
– Si lo has dibujado con cuatro patas: Estás seguro de ti mismo, eres obstinado y te aferras a tus ideales.
– Pero si lo has dibujado con más de cuatro patas: Lo siento. Eres muy despistado y un poco tonto.
– El tamaño de las orejas indica tu capacidad para escuchar a los demás. ¡Cuánto más grande, mejor!
– La longitud de la cola indica la calidad de tus relaciones sexuales: ¡También, cuánto más grande y larga, mejor!
– Pero si te olvidaste de dibujarla… Lo siento por ti. ¡Tu vida sexual da pena!
5. PROBLEMA A RESOLVER SIN TRAMPA NI CARTÓN
ARGUMENTO
Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale con su hijo en coche de Barcelona hacia Valencia. Por el camino sufren un terrible accidente. Un camión choca frontalmente con el coche de Antonio. El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida.
Una ambulancia de Valencia llega con prontitud al haber sido llamada por unos testigos del accidente, y el niño es trasladado al hospital. Nada más llegar los médicos de guardia empiezan a tratar al niño con mucha dedicación y esmero, pero, después de intercambiar opiniones y estabilizar sus funciones vitales, deciden que no pueden resolver el problema que tiene Roberto. Necesitan consultar con alguien más. Para obviar el riesgo de trasladar al niño, le dejan internado en Valencia.
Se comunican con el Hospital Infantil de Barcelona y finalmente hablan con una eminencia en el tema y a la que ponen al corriente de lo ocurrido. Como están de acuerdo que lo mejor para Roberto es no trasladarle, la eminencia decide viajar a Valencia. Los médicos valencianos le ponen al corriente del caso y esperan ansiosos su opinión. Finalmente, uno de ellos es el primero en hablar:
– ¿Está usted en condiciones de poder tratar al niño? —pregunta con un hilo de voz.
– ¡Cómo no le voy a tratar si es mi hijo!
Bien. Hasta aquí llega esta historia. De ti depende pensar de una manera que tenga sentido. Insisto en advertir que no hay trampa ni cartón. Antes de que leas la solución deseo añadir algunos datos:
a) Antonio no es el padrastro de Roberto.
b) Antonio no es cura.
Sólo necesitas un poco de imaginación y mucho sentido común.
LA SOLUCIÓN ESTÁ MÁS ABAJO. Léela después de haber intentado hallar la explicación.
SOLUCIÓN:
Lo más notable de este problema es la sencillez de la respuesta.
La solución es que la eminencia de la cual se habla es la madre de Roberto. Este punto es clave en toda la discusión del problema. Como verás (si quieres vuelve a releer el texto) nunca se hace mención al sexo de la eminencia. En ningún momento. Pero nosotros (hombres y mujeres) tenemos tan interiorizado que las eminencias han de ser hombres que no pensamos en ella como mujer.
Y todo eso todavía va más allá si nos ponemos delante de la alternativa explícita de decidir si una eminencia pueda o no ser una mujer. Ninguno de nosotros dudaría en aceptar la posibilidad que pudiera ser tanto un hombre como una mujer. De todas formas...
En resumen, un ejercicio interesante para analizar nuestras propias limitaciones, complicaciones y laberintos internos.
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